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Xochicuicani
Maestro en Arte Moderno y Contemporáneo, músico, poeta y loco; ingeniero en acústica, metrólogo.
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lunes, 4 de mayo de 2009

Música Prehispánica

Sin duda, la música prehispánica eimages un tema que ha causado el interés en arqueólogos, músicos, melómanos, etcétera. También son conocidas algunas reconstrucciones que se han realizado por parte de músicos especializados, como Antonio Zepeda o el recién fallecido, Jorge Reyes.

Lo cierto es que de la música prehispánica no hay la información suficiente que pueda darnos la idea completa acerca de cómo era o cómo sonaba.

Los estudios que se han llevado a cabo hasta ahora, indican que la relación de la música y la religión era muy estrecha, y, por supuesto, importante; es obvio que la música debió desarrollarse desde un período donde se imitaba a los animales, hasta el momento en que surgió la idea de la comunicación con sus dioses por medio de los instrumentos musicales.

También hay que considerar que la música prehispánica evolucionó a la par que las sociedades mesoamericanas lo hacían. Recordemos, de entrada, la clasificación clásica del mundo mesoamericano en arcaico, preclásico, clásico y postclásico. Both (2009) comenta cómo fue evolucionando el uso de los instrumentos musicales en función de cada una de estas épocas, aunque, en general, los instrumentos musicales siguieron teniendo características similares a lo largo de los años.

Es posible que la música de los mexicas sea aquella de la que más se conozca (aunque, tal vez, también de grupos como los mayas, zapotecas u otros que aún subsisten en nuestros días, y cuyas tradiciones tuvieron que haberse mezclado por fuerza con las ideas religiosas de los europeos), porque existen documentos históricos donde, si bien no es posible saber cómo sonaba la música de entonces, sí se puede conocer qué producía psicológicamente en los mexicas y para qué era creada la música que ellos realizaban.

Como se ha dicho, la música era considerada importante dentro de la religión, de tal forma que varios de los mitos prehispánicos la mencionan como parte fundamental; por citar sólo un ejemplo, cuando Quetzalcóatl baja al Mictlán, para robar a Mictlantecutli los huesos sagrados, de donde habrían de salir los hombres del nuevo sol, éste le dice que debe soplar a través un caracol hacia los cuatro puntos cardinales para poder entregarle los huesos. Quetzalcóatl debe entonces perforar el caracol para soplar a través de él y ganarle al Señor del Inframundo.

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Otra cosa que es posible conocer, tanto por los informantes de Sahagún como por otras fuentes del siglo XVI, es que para los mexicas, la música era fundamental durante las celebraciones que se llevaban a cabo durante todo el año. Sahagún comentaba que los aztecas “… tocaban sus teponaxtles y sus caracoles, y los otros instrumentos musicales… y cantaban y sonaban las sonajas que suelen traer en los areytos. De todos estos instrumentos se hacía música muy festiva”. Había también algunos monjes que pensaban que la música y la poesía mexica era imperfecta y molesta, mientras que para otros, como Durán, resultaba triste y le daba pesadumbre el escucharla.

Recordemos también que se hizo muy poco para preservar la música que la mayoría de los españoles encontraban como aberrante, y no existen documentos musicales fehacientes, por lo que lo único que nos queda es elaborar hipótesis de cómo pudo haber sido ésta. Lo anterior, aunado a la idea de que los bailes y la música de los mexicas tenía el componente mágico inducido por el uso de hongos alucinógenos, como el péyotl y otro llamado nanácatl, mismos que son mencionados por Sahagún. Por ejemplo, en el Códice Florentino, se menciona que la fiesta en honor a Huitzilopoztli tenía grandes preparativos, donde al final, se bailaba durante 10 días como parte de la celebración.

Por otro lado, se sabe que la educación musical era sumamente importante y que alcanzó niveles superiores a los que existen actualmente en nuestro país. Los mexicas dieron el nombre a la escuela de música y danza de Cuicacalco o Cuicalli, el cual se encontraba en el actual zócalo de la Ciudad de México, aunque hay autores que dicen que existían varios en México-Tenochtitlan.

Se cree que la música pudo haber sido creada a partir de melodías pentáfonas (de cinco sonidos), pero esto no es fácilmente comprobable, como ya se ha comentado, sin documentos musicales. Es bien sabido que se imitaban sonidos de la naturaleza y que el sonido de huehuetl llegaba a escucharse a kilómetros de distancia, seguramente para intimidar a los enemigos durante las guerras.

Por lo pronto, resulta por demás interesante, recoger las reconstrucciones que se han realizado con instrumentos prehispánicos, con lo cual es posible darse apenas una idea general de la forma en que sonaba una música cargada de misticismo, religiosidad y tradición.

Fuentes:

Both. La música prehispánica. Sonidos rituales a lo largo de la historia. Arqueología Mexicana. 2009. XVI:94

Orta. Breve historia de la música en México. Instituto Politécnico Nacional. México, 1996

Turrent. La Conquista musical de México. Fondo de Cultura Económica. México, 1993

http://www.mixcoacalli.com/

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen aporte ! (sirvio para un examen)

Mariam Harp dijo...

Creo que se debería de aprender del pasado. En cuanto a la formación musical se refiere, se le ha dejado de dar la verdadera importancia que tiene, sobre todo para la formación humana de los mexicanos.
Muy buen artículo!
Un abrazo...

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